Mi nombre es Laura, y esta es mi historia.
El 11 de diciembre del 2018 fui al hospital con muchas contracciones, con la bolsa fisurada y pérdida de líquido.
Mientras iba en el auto mi bebe se movía… ya tenía 41 semanas de embarazo.
Cuando llegué al hospital me atendió la obstetra que estaba de guardia, dijo que me iba a hacer tacto y me pidió que me recostara en la camilla.
Le pregunté cómo me tenía que acostar… y me respondió de mala forma “Ya tenes un hijo y no sabes cómo acostarte“… le respondí que no, que no sabía porque mi otro parto había sido diferente.
Me acosté como pude, porque ya con los dolores hasta me costaba sentarme… realizó un monitoreo y se escucharon los latidos de mi bebe… acto seguido me hizo tacto, y como tenía 1 cm de dilatación me dijo que como todavía me faltaba volviera cuando tuviera dolores volviera.
Le respondí que estaba con dolores desde las 4 de la mañana y ya en ese momento eran las 8.
Ella agregó que nosotras, las mujeres en trabajo de parto, siempre somos exageradas.
Salí de la sala y hablé con mi mama, le comenté lo que me habían dicho – que todavía me faltaba – que por favor llamara al remis.
Volvimos a mi casa. Yo me acosté, tratando de que se me pasaran un poco los dolores…
Pero a los 10 minutos sentí que algo había estallado adentro mío!
Lo único que pensé en ese momento fue: rompí bolsa…
Fui al baño y vi que empezaba a perder mucha sangre.
Llamé a mi hermana muy asustada, ellos llamaron urgente al remis y me llevaron al hospital de nuevo.
En menos de 30 minutos estuvimos ahí.
Ingresé nuevamente por la guardia, donde me hicieron esperar “porque ya me habían atendido”.
Cuando me atendieron, viendo la cantidad de sangre que estaba perdiendo, al hacer tacto notaron que ya estaba con 5 cm, pero al hacer el monitoreo… a mi bebe ya no se lo escuchaba, ya no se movía.
Noté todo muy raro y vi que ellos estaban como asustados pregunté si mi bebe estaba bien… si se lo escuchaba… me dijeron: si mamá está todo bien tranquila.
Tenía la panza hecha una piedra de lo dura que estaba.
Dijeron que iban a tener que hacer una cesárea de urgencia.
Me llevaron urgente a quirófano. Me colocaron la anestesia, y así, sin esperar a que haga efecto escuche que dijeron: “cortala así nomás “… y empezaron a cortar.
Yo gritaba del dolor… a causa de eso me pusieron anestesia general, me durmieron. Cuando me desperté, aunque seguía bajo el efecto de la anestesia, me dijeron que no habían podido salvar a mi bebe, que había fallecido.
Además, que me habían tenido que sacar el útero y un ovario… que ya no podía tener más hijos.
En ese momento pensé, todo esto es un sueño…y me volví a dormir. Cuando me desperté, ya lúcida, pregunté por mi bebe… volvieron a repetir lo mismo… que mi hijo no se había salvado…
Llorando preguntaba ¿Porque? ¡Si yo había ido antes! ¿porque no habían hecho la cesárea cuando fui la primera vez? Me dijeron… que no era culpa de ellos.
Pero si fue culpa de ellos, porque de haber hecho la cesárea cuando fui la primera vez, lo hubieran sacado a tiempo… tal vez el útero no hubiese tenido salvación… pero mi hijo sí.
¡Hoy podría tenerlo conmigo… pero no! por falta de vocación perdí a mi hijo, hoy no lo tengo conmigo, y mi vida nunca va a ser igual.
Pude ver a mi bebe…, y mientras lo tuve sobre mi pecho le puse mi dedo en su manito y le dije: Alex agarrame por favor hijo… Mientras lloraba.
Nunca me voy a olvidar de su carita hermosa, y por él, por lo que perdí quiero que se haga justicia, porque a mí nadie me va a devolver la vida de mi bebé.
Laura