Jorge y yo, tenemos una hija de 10 años… Brian iba a ser nuestro segundo hijo… era muy esperado, todos estábamos muy felices y ansiosos por su llegada.
El embarazo estaba perfecto, cursando la semana 41, tenía todos los controles al día, adonde me mandaban… yo iba.
Somos de San Fernando pero me hacia atender en Thames por la obra social OSCHOCA (camioneros).
Monitoreos, controles, ecografías…análisis sangre todo estaba bien… el embarazo había transcurrido sin complicaciones.
El día 5 de Julio del 2017 fuimos a los consultorios donde me atendía habitualmente, mi obstetra me dijo que tenía que inducir el parto, y para ello nos dío turno el 7 de julio en el Sanatorio San Justo.
Ese día, cerca del mediodiía, asistimos al Sanatorio del gremio de Camioneros. Nos presentamos en mesa de entrada y cuando dijimos que íbamos para internarnos para inducir el parto nos indicaron que previamente debiamos realizar un monitoreo, el cual debíamos realizar obligatoriamente y luego volver para proceder con el parto.
Allá fuimos. me hicieron el monitoreo en un consultorio externo al sanatorio, pero de la misma obra social (camioneros).
Mientras lo hacían, mi marido – que siempre estuvo conmigo – le preguntó a la doctora como estaba todo, y ella dijo que todo estaba bien, que Brian estaba perfecto, que era un bebe sano y grande…nos felicitó… incluso agregó “si siguen en el sanatorio, en la semana paso a conocer al bebe”
Volvimos al sanatorio. Eran alrededor de las 3:30 de la tarde… me ingresaron y me enviaron al 5° piso, al piso de maternidad.
Vino una a una obstetra me entrego una bata y fui al baño a cambiarme. Así como estaba, feliz porque pronto iba a tener en brazos a mi bebé, con la bata puesta me saqué una foto… para captar el momento, mandar a la familia…
La obstetra que me estaba atendiendo, me coloco una pastilla dilatadora, y me pidió que me acostara.
Me realizó un control… preguntamos cómo estaba él bebe… y nos dijo: todo esta perfecto… ahora hay que esperar.
Pasaron un par de horas… otro control, nuevamente preguntamos cómo se encontraba él bebe, y otra vez dijo que estaba todo bien, que el preparto solía demorar un rato.
Pasaba el tiempo… los controles continuaban, pasaban a verme para saber cómo estaba, me revisaban y me decían que todo estaba bien.
Entre las 20 o 21 horas aproximadamente hubo un cambio de guardia. Otra obstetra (de apellido González) se hizo cargo, me realizó otro control. Pero a diferencia de los anteriores, mientras realizaba los controles, se mostraba muy pendiente de su celular. Mandando mensajes.
Preguntamos si todo estaba bien y ella dijo que si, que todo estaba correcto.
Apenas la doctora se retiró le dije a mi marido que me había hecho doler mucho mientras me revisaba. Me había estado apretando mucho la panza.
Alrededor de las 12 de la noche, las contracciones eran muy fuertes y seguidas. Mi marido fue a buscar a la obstetra, y ella le dijo que eso era normal, y que había que seguir esperando… hacía más de 6 horas que estaba en trabajo de parto.
Cerca de las 2 de la mañana, noté que había comenzado a sangrar… fuí al baño y allí noté que había comenzado a perder líquido amniótico… al darme cuenta, le avisé a mi marido y él fue inmediatamente a avisar a los médicos y enfermeros del piso…
El parto era inminente, intentaron trasladarme a la sala de parto ubicada en el cuarto piso pero el ascensor no llegaba… gritaban pidiendo gasas y otros insumos … De repente llegó el ascensor y pudimos ir a la sala de partos… allí le pidieron a mi marido que se cambiara así presenciaba el nacimiento de Brian.
Jorge, mi marido, con el uniforme puesto se acercó a mí y me acompañó en todo momento. Me pedía que puje, me contenía. Las medicas me decían que hiciera fuerza, pero yo estaba desvanecida, sin fuerzas, las podía escuchar, pero no podía reaccionar, realmente no tenía fuerzas, no tenía control sobre mi cuerpo.
Escuchamos como la obstetra movió uno de los bancos y lo ubicó al lado mío y comenzó a apretarme la panza con los codos, mientras me gritaba que pujara… y la otra obstetra, quien debía recibir al bebe decía “no hay nada, él bebe no está ubicado”.
La médica que estaba sentada en el banco y dándome codazos, insistía “TIENE QUE ESTAR ES UN PARTO PROGRAMADO!!!” …
Al cabo de un rato le pidieron a mi marido que se retirara de la sala porque debían realizar una cesárea de urgencia y estaban llamando al anestesista.
El anestesista tardó más de una hora en llegar. Mientras tanto, yo seguía en el quirófano, esperando que llegara.
Al parecer me aplicó anestecia… sin embargo yo sentí todo. Con los brazos atados a los costados, sentí como me cortaban la panza y trabajaban. Lloraba, estaba asustada y con mucho dolor…
Brian nació el 8 de Julio de 2017, a las 5 de la mañana, no me dijeron nada, solo hablaban entre ellos, no pude verlo, se lo llevaron rápido.
En el pasillo, mientras estaba esperando, Jorge vió como una de las medicas salía corriendo, a los gritos… con mi hijo en brazos.
“…vi como lo llevaba, vi a mi hijo y estaba muerto… y ella dijo…papá paso lo peor… estaba a los gritos, lloraba desesperado. Había un vidrio que me separaba de Brian. No sabía que hacer no entendía nada, lloraba, gritaba… y en un momento alguien me pidió que firmara unos papeles, y los firme, me dijeron que eran del parto… nunca supe que firmé…solo pensaba en Brian… llamé a mi suegro y el vino enseguida… mientras tanto me querían explicar que a Mariela la estaban trasladando a la habitación… de verdad no se en cuanto tiempo transcurrió todo esto…” (Relato de Jorge)
Después que se llevaron a mi hijo, mientras me cosían… me dijeron que me iban a trasladar a la habitación, pero me dejaron en el pasillo, afuera del quirófano… yo temblaba de frío.
Me habían dejado abandonada, después de haber estado durante horas perdiendo sangre, después de haber estado durante horas en trabajo de parto….
Al cabo de un rato, apareció un médico que me miró, supongo que se compadeció de mí… y me tapo con una sábana… yo seguía mal, dolorida, descompensada, mareada y con frío… hasta que por fin me trasladaron a la habitación.
Al rato llegó Jorge, con mi papá.
Los médicos comenzaron a decir que el parto se había complicado, por mi culpa….
Según ellos, yo no había ayudado en el parto, no había hecho la fuerza suficiente…
Nos dijeron que Brian había nacido muerto y que habían estado 27 minutos realizandole maniobras de reanimacíon. En ese momento se encontraba en cuidados intensivos, en neonatología. Su estado era reservado… si lograba sobrevivir iba a quedar con secuelas neurológicas.
El mundo se nos había venido abajo.
Mi papá y Jorge comenzaron a preguntar, a pedir explicaciones… cómo habíamos llegado a esa situación?!! Todos estábamos realmente muy mal, llorábamos…
Mi marido fue a neonatología a ver a Brian… estaba todo conectado, no se movía.
Yo no tenía muchas fuerzas para ir a verlo, no me podía mantener parada. Jorge había pedido muchas veces una silla de rueda para ir a neo, pero ellos nos decían que yo tenía que caminar así me daban el alta porque necesitaban la cama.
Jorge iba a verlo a cada rato… y una de las tantas veces, alguien de ahí le dijo que Brian estaba muerto, que eso era todo un circo armado para cubrirse.
Fue así que comenzó a grabar todo lo que pasaba. (Jorge y Mariela tienen una página en Facebook donde subieron todos los vídeos que grabaron en la clínica)
Incluso el personal de seguridad le avisó a mi marido que todo eso era una puesta en escena.
Pasaron unos días y me dieron de alta. Yo seguía sin poder caminar, no podía sostenerme en pie… pero insistieron en que me tenía que ir. Necesitaban la cama para otra paciente.
Dejamos la habitación, pero no nos movimos del sanatorio. Nos quedamos cerca de Brian, sentados en la sala de espera, en un banco.
Al día siguiente, ante tanto maltrato y advertencias de lo sucedido por parte del staff del hospital (enfermeros, médicos, mantenimiento, seguridad…) Jorge decidió ir a hacer la denuncia policial.
Cuando volvió al sanatorio, se encontró con un médico que me estaba queriendo volver a internar para hacerme una transfusión de sangre… UN DÍA DESPUÉS DE HABERME DADO DE ALTA.
Jorge comenzó a decirle que no me iba a tocar, que ya habían hecho demasiado daño… él respondió: “Entiendo todo lo sucedido con tu bebé, es una tragedia tremenda, pero yo no tengo nada que ver con eso, pero sí estoy viendo que tu señora esta mal y si no le hacemos una transfusión enseguida, corre riesgo de muerte”
El día anterior, me habían pedido que dejara la habitación.
Más tarde, me hicieron la transfusión y me pidieron que me sacara leche, que Brian iba a ser alimentado por boca, que estaba tolerando la leche… yo estaba muy ilusionada!
Pocas horas después nos dijeron que Brian había fallecido…20 de Julio de 2017.
Lo más macabro de todo es que las pruebas apuntan a que durante los 12 días que duró toda esta pesadilla, Brian estuvo conectado, pero nunca estuvo vivo. Una persona nos dijo que si había que responsabilizar a alguien era a quienes habían participado del parto, porque Brian nunca estuvo vivo después de nacer.
Esto sucedió hace un año y 4 meses y todavía no tenemos respuestas, no declaró nadie.
Hubo falsificación y adulteración de las historias clínicas, tanto en la de Brian como en la mía.
Queremos justicia por Brian!
Nos destruyeron la vida. Nos arrebataron a nuestro hijo de una manera inexplicable. Porque él estaba bien!!!. Estuvo bien hasta el último minuto…
Mariela Rivero y Jorge Quiroga
Jorge y Mariela denunciaron penalmente por “mala praxis y violencia obstétrica” al Sanatorio San Justo de la Obra Social de Choferes de Camiones (OSCHOCA) por la muerte de su bebe Brian.
La causa está radicada en la Fiscalía Nº 8 de La Matanza, a cargo de la fiscal Alejandra Nuñez.
Han solicitado además que se impute a los médicos de neonatología y a Liliana Zulet (esposa de Hugo Moyano), por ser cómplices de encubrimiento.
También está siendo investigada la empresa IARAI S.A, propietaria de la clínica, dirigida por Valeria Salerno, y el director de la Obra Social OSCHOCA, Oscar Donofrio.