Mi hijo Matías Nahuel Juárez tenía 8 años. El 20 de octubre del año 2016 ingresó al Sanatorio San Lucas, un Sanatorio Privado de la ciudad de Tucumán, por una cirugía programada de amígdalas y adenoides.
Matías ingresó con todos los prequirúrgicos correctos y completos. Ese día, el 20 de octubre, ingresamos a las 7:00 de la mañana, presentamos los papeles administrativos que debíamos presentar… luego lo revisó la médica de guardia quien hizo el control de rutina de lo de los prequirúrgicos… todo estaba correcto.
Nos enviaron a esperar a la a la habitación… hasta que llegara la hora de la cirugía.
Esperamos… Matias iba a ingresar “temprano” al quirófano para su cirugía… sin embargo no sucedió eso.
Siendo cerca de las 12:15 del mediodía fueron a buscarlo.
Él entró feliz, contento… me dijo “mamá no te olvides de comprar mucho helado“… esas fueron las palabras de mi hijo.
El personal de quirófano que vino a buscarlo nos dijo “papás quédense tranquilos que esto es rápido, esperen acá“.
Yo lo acompañe hasta la hasta la puerta del quirófano… ahí estaba el médico que lo iba que operar…
Le di un beso y me dijo: Te amo Mamá…
Le respondí: yo también te amo hijo
…esperame con el helado mamá… .
Ingreso a quirófano y nosotros fuimos a esperar a la habitación.
La cirugía iba a durar unos 30 minutos aproximadamente… ya habian pasado mas… estábamos nerviosos, fuimos a preguntar a la enfermera.
Nos dijo que nos quedáramos tranquilos, cada vez que preguntábamos nos decían lo mismo “quédense tranquilos que ya va a salir”
Caminábamos por los pasillos del Sanatorio… y de repente sentí que mi hijo gritaba… gritaba “¡mamá… mamá!“… era como un llanto de dolor “mamá… mamá ayudame no puedo abrir los ojos”…
Lo llevaron a la habitación… me dijeron que me quedara tranquila que era una reacción de la misma operación.
Matías estaba helado, estaba morado…
El médico llegó a la habitación, y tras él entró el anestesista. Llamaron a una médica de terapia intensiva – la Dra. Federica Castro – quien me dijo: “mamá, quedate tranquila que lo vamos a llevar a terapia intensiva para que tenga un mayor cuidado porque tiene un cuadro de broncoespasmo, pero a la noche le damos el alta”.
El médico que lo operó, el otorrinolaringólogo Álvaro Páez, me dijo “quedate tranquila mamá, que está así por el mismo cuadro que nos está diciendo la doctora, a la noche ya lo llevas a tu casa”… y se llevaron a Matías a terapia intensiva.
Al principio nos dijeron que no había abierto los ojos a causa de la anestesia… que la anestesia estaba demorando en irse del cuerpo, y que a medida que pasaran las horas, se iba a ir eliminando a través de la orina… y recién entonces Matías iba a ir mejorando…
Desde nuestra ignorancia le pedimos a la doctora Castro que le hiciera una tomografía… las enfermeras solo repetían que mi hijo estaba así por la anestesia…
La doctora dijo que no era necesaria una tomografía porque el chiquito se iba de alta a la noche.
Durante la tarde Matías nunca mejoró. Vimos como los otros chicos se iban de alta…
La doctora nos dijo que le habían hecho unos análisis… cuando los vio comenzó a cuestionar que ¿como era posible que Matías tuviera los glóbulos rojos en esos valores?… de repente cuestionaba una cosa y luego otra… entonces en un momento le dije que Matías había ingresado con los pre quirúrgicos todos correctos… que ella podía ver que a su ingreso todo estaba bien, que si algo había sucedido había sido en el quirófano.
Llegó la noche, seguíamos ahí y Matías seguía quejándose …
Alrededor de la medianoche tuvo un sangrado, vino un médico y lo reviso y nos dijo que era producto de la misma cirugía.
Matías seguía con dolor de cabeza, no podía abrir sus ojos, insistía con el fuerte dolor de cabeza…
La enfermera me dijo que me quedara tranquila, que ya le habían dado analgésicos y que pronto iba a estar mejor…
Al rato tuvo un segundo sangrado más importante… sangro por la boca y por la nariz, fue cuando nos pidieron que nos retiraramos, y ya no nos permitieron pasar mas.
En ese momento comenzó un revuelo en la terapia intensiva, lo dejaron en coma inducido y llamaron a un neurólogo.
El neurólogo solicitó una tomografía.
A todo esto, eran alrededor de las 5 o 6 de la mañana, y querían hacerle la tomografía a partir de las 9 de la mañana porque había que buscar un técnico, y había que esperar que el tomógrafo se caliente…
Dijimos que íbamos a llamar un escribano para que certificara lo que ellos estaban haciendo ,y mediante amenazas le hicieron la tomografía.
El tomógrafo estaba en el mismo sanatorio.
El resultado de la tomografía mostró que mi hijo tenía la mitad del cerebro infartado… el medico dijo: “Tu hijo tiene la mitad del cerebro infartado, el motivo no lo sabemos, esto va más allá de la naturaleza”.
Nos dijeron además que teníamos que decidir, porque al tener la mitad del cerebro infartado era posible que Matías tuviera presión alta en su cerebro , y el procedimiento que debía realizar el médico para descomprimir la cabeza podría hacer que el cerebro reventara en sus manos… la otra alternativa que nos dieron fue la de colocar un catéter para medir la presión del cerebro… .
El neurólogo nos hizo elegir… y respondí que cómo podía ser capaz de elegir algo si no era médica y no sabia que habia que hacer en una situacion asi, que lo que quería era a mi hijo vivo, que lo salvara… a lo que el médico agregó: yo creo que lo mejor es que le coloquemos el catéter, es lo más recomendable para que midamos la presión del cerebro, y en caso de que hubiera presión alta podamos reducirla.
Le colocaron el catéter. Matías tenía más de 50 de presión… estaba con la presión cerebral alta y con un ACV isquémico, con esa mitad de su cerebro infartado en su totalidad.
Mi hijo estuvo 5 días así… desde que entró al coma inducido nunca más reaccionó…
Estuvimos ahí días y noches… fueron los días mas angustiantes de nuestras vidas, y el peor de los días fue el 25 de octubre cuando su corazoncito ya no dio más.
Matías falleció el 25 de octubre a las 6 de la mañana a causa de una arritmia.
Se nos vino el mundo abajo.
Los médicos nunca dieron la cara. El médico que lo operó tampoco.
Cuando mi hijo falleció llamaron a la policía.
Hasta el día de hoy el medico que lo opero no se comunicó con nosotros, tampoco lo hicieron las autoridades del Sanatorio.
Nos mintieron todo el tiempo respecto el verdadero diagnóstico de Matías.
Actualmente la causa cuenta con tres médicos imputados, que son el médico que lo operó, el otorrinolaringólogo Dr. Álvaro Páez, y dos médicas terapistas del Sanatorio San Lucas qué son la Dra. Federica Castro y la Dra. Florencia Gerez.
Todos están imputados por el delito de homicidio culposo por mala praxis.
La fiscalía ya solicitó lo que es el requerimiento de elevación a juicio.
Un juez ya firmó la elevación a juicio, y actualmente está en cámara de apelaciones porque los médicos se oponen a ir a juicio.
Para llegar a todo esto, al cumplirse 3 años y 1 mes, que se cumplen este 25 de noviembre de 2019, hicimos numerosas marchas, se hicieron dos juntas médicas y ambas fueron una vergüenza.
Dijeron que el protocolo quirúrgico y el accionar de la fue el correcto.
Acá hay una realidad, a mi hijo lo han dejado morir.
Matías tuvo sangrados importantes que nunca supieron solucionar, lo que debían haber hecho era llevarlo nuevamente a quirófano y detener esos sangrados… cosa que nunca sucedió.
De haberlo hecho, y de haber verificado de donde provenía el primer sangrado Matías hoy estaba aca… no sé en qué condiciones, pero acá.
No hicieron nada por salvarlo, todo el tiempo nos mintieron.
A mi hijo lo dejaron morir, hicieron abandono de persona.
Matías tenía 8 años y era un niño y lleno de vida. Era cadete del Liceo Militar.
Hoy lo que estamos pidiendo es justicia. Queremos Justicia para nuestro hijo.
Queremos que haga un juicio oral y que sea público, y que estos médicos sean condenados y su matrícula inhabilitada.
Recurrimos a la justicia porque el médico nunca nos explicó de que falleció Matías, nunca dio la cara, tampoco lo hicieron las autoridades del Sanatorio.
Hoy 14 de noviembre la causa se encuentra en esta etapa, y nos vamos a oponer rotundamente a una probation o a una suspensión de juicio… nosotros queremos juicio oral y público.
Queremos justicia por nuestro hijo.
Maria Luna – Mamá de Matías