Cuando me diagnosticaron diabetes sentí que mi mundo se desmoronaba, por un lado era una enfermedad controlable y todo dependía de un estricto control de por vida… pero cuando te diagnostican diabetes no te explican que es lo que le pasa a tu cuerpo por dentro…
La diabetes produce mala circulación y un daño en los nervios si no se lleva adecuadamente.
Ese daño en los nervios es lo que, me dijeron en otras consultas se conoce como neuropatía.
Desconocía totalmente que la mala circulación disminuía mi capacidad de sanar mi cuerpo, y al mismo tiempo que la neuropatía hacia que poco a poco fuera dejando de sentir dolor en mis pies.
Nunca, NUNCA nadie me dijo que debía tener especial cuidado con mis pies. Nunca. Y estuve yendo al médico por meses.
Me entere de la peor manera. Nunca note nada raro en mis pies hasta que tuve una pequeña lesión… la mala circulación no ayudaba con la cicatrización y esa pequeña lesión se convirtió en una ulcera en la piel… como para que se den una idea, una ulcera es como tener un agujero en la piel… y en lugar de ir mejorando se fue infectando cada vez más. Pero para mí NO ERA GRAVE, porque no la sentía.
Cuando fui al médico me dijo que esa ulcera, ya era “crónica” y que esa parte de mi cuerpo “ya no ofrecía posibilidad de curación o recuperación y la única solución para frenar la infección era la amputación.”
Tenía 25 años, 2 hijos muy chiquitos, era una persona sana, soy una persona sana, nunca fume, nunca tome alcohol en exceso, no entendía el porqué de toda esta situación…
Pensé muchas veces en lo poco profesional que fue el médico que me diagnosticó, porque si yo hubiese sabido, si yo hubiese trabajado junto con el… si hubiese hecho tal cosa, si hubiese pedido otra opinión… sí hubiese ido, sí hubiese hecho…si… pero ya no servía de nada pensar en eso… quería encontrar otra solución…que no fuera perder mi pie.
Fui a muchos médicos, y a medida que pasaba el tiempo mi pie estaba peor. El médico que me atendió la primera vez me evitaba. Y convengamos que en los 80 no había la cantidad de aparatos o tratamientos que hay ahora… pero la poca información que pude recabar no me daba ninguna esperanza.
Se realizó la cirugía pero no como yo esperaba, mis venas estaban colapsadas y tuvieron que amputarme casi toda mi pierna derecha, hasta arriba de la rodilla.
Ese mismo día, cuando se dieron cuenta de cómo estaba internamente mi pierna derecha, decidieron mirar la otra… y notaron algo raro en mi otra izquierda… y sin consultar conmigo o con mi marido procedieron con otra cirugía… donde me amputaron la pierna izquierda hasta la rodilla.
Dos amputaciones el mismo día.
Estuve en terapia intensiva recibiendo trasfusiones de sangre por 1 mes. No morí porque Dios no quiso.
Cuando me desperté, me dijeron que estuvieron analizando el tejido de la otra pierna y que estaba en muy mal estado y decidieron operar en ese momento… que dada la condición de los tejidos de ambas piernas ESA era la mejor manera de controlar la infección grave que tenía porque podría requerir de otra intervención más traumática en el futuro (que significaba perder toda la pierna – ambas –) o podría resultar fatal.
Visite más de 6 psicólogos en los últimos 30 años, todos me dijeron lo mismo “no tenés que ver la amputación como el fracaso de un tratamiento sino como un medio de rehabilitación más rápido y más confiable para que puedas volver a tus tareas y actividades habituales”.
NUNCA TUVE UN TRATAMIENTO… y yo no entiendo que es lo que les pasa…¿porque no me entienden a mí!!??— Entre a un quirófano a que me amputen los dedos de un pie – con la posibilidad de una amputación hasta el tobillo – y salí en una silla de ruedas! (que encima me la alquilaron hasta que la mutual me consiguió una), sin poder caminar nunca más.
La situación económica en ese momento no era de las mejores, por lo que me quede sin trabajo. Además de no poder desplazarme por mis propios medios, no tenía ingresos, mi familia paso por todo tipo de situaciones… no existía o no era conocida en Salta la caratula de mala praxis y cuando fui a un abogado en el 84, me dijo textual “tene cuidado porque el horno no está para bollos, y corres riesgo que ningún médico de tu mutual te atienda a vos o a tus hijos…” Me quería morir, lloraba y le preguntaba a Dios porque me hacía eso??? Es algo que honestamente todavía hoy no puedo superar.
Y lo que me cuesta todavía entender es…no soy doctora, pero ¿se puede realizar esa intervención así? Porque sentí que fue una carnicería…
Pregunte a muchos médicos y encontré diferentes respuestas. Algunos me dijeron que es un procedimiento correcto, otros me dijeron que no, que se hace uno primero, se ve la evolución del paciente y después se coordina y programa la otra, con el paciente informado y de acuerdo a la situación.
Hace 37 años vivo en una silla de ruedas. Tuve que aprender a vivir de nuevo. En mi caso particular, ningún médico o psicólogo me ayudo a entender la parte previa a mi amputación, es decir la enfermedad en si…cómo no me explicaron EN QUE CONSISTIA porque la diabetes no es solo controlar el nivel de azúcar en sangre (que en esa época no era como ahora que te venden las tiras reactivas en la farmacia o la mutual te consigue la insulina mes a mes) o inyectarse insulina….La diabetes es una enfermedad muy complicada y seria que afecta a muchas personas que ni siquiera saben que la padecen…
Tuve 2 intentos de suicido. No me siento orgullosa de confesarlo, pero es algo que todavía no logro superar. La depresión que tuve (que todavía tengo), es por la culpa que siento de no haberme dado cuenta antes… me sentí muy desamparada. Espero que mi caso sirva para que nadie se quede con una sola opinión…
Noemi B
Noemi tu historia es impactante. Lamentablemente los errores de diagnóstico son muy comunes y tienen consecuencias terribles.
Gracias por compartir una parte de tu vida. Tu valentía y fuerza son notables.
Seleccionamos esta foto en particular, porque es evidente que tu camino no está finalizado.
Malapraxisweb.com