Mina Clavero, Traslasierra (Córdoba), era martes 9 de Octubre de 2018 a las 8:30 de la noche y después de 9 largos meses, Umma venía en camino.
Había empezado a sentir contracciones a media mañana pero no fue sino a las 11 de la noche que nos acercamos al hospital de Mina Clavero para que me atendieran. Los dolores ya eran muy fuertes.
Me revisaron y me dijeron que a la bebé le faltaba bajar para acomodarse, sin más indicaciones volvimos a casa.
Cerca de las 3 de la madrugada volví a la institución, ya con dilatación y contracciones muy intensas. Me dejaron internada y recibí las atenciones correspondientes.
A las 8 de la mañana aproximadamente, se realizó el cambio de guardia. Al llegar el médico me hizo tacto y un monitoreo del corazoncito del bebé, todo se encontraba bien.
Ya tenía 9 cm de dilatación, pero me volvieron a decir que debía esperar para que la beba se acomode y termine de bajar.
Estuve haciendo los ejercicios que indicaron, durante toda la noche, para ayudar a que Umma se ponga en posición.
Con el paso de las horas y muerta de dolor, requerí que me coloquen goteo para ayudar a dilatar aún más…
Durante 20 minutos intentaron colocar la vía en las venas de mis brazos. Todos los intentos fueron fallidos y terminaron colocándome la vía en la mano, porque mis brazos estaban reventados.
Alrededor de la 1 y media de la tarde, rompí bolsa. La habitación se lleno de fluidos con sangre…
Me trasladaron hacia la sala de partos… cuando me subieron a la silla de ruedas en el traslado me lastimaron, me provocaron un tajo en la entrepierna.
Comencé a pujar. Estaba haciendo muchísima fuerza, me sentía mal y no había oxígeno para ponerme…
Me hicieron pujar nuevamente…. varias veces y nada.
Me dijeron que bajara de la camilla, para hacer fuerza sentada y tampoco resultó.
Ya no se trataba del dolor mas “hermoso” que pueda una experimentar una mujer por amor. Esto era una agonía… y el trato de las enfermeras no ayudaba, comentarios como “esto es largo lleva su tiempo no es tan lindo como hacerlo “… “vos sos primeriza, no entendes nada”, la violencia psicológica y la falta de profesionalidad se hicieron presentes.
El tiempo pasaba y yo veía que mi bebé no nacía… me dijeron que descansara un rato mientras ellos iban a asistir a otra parturienta… me dejaron con 2 enfermeras, dónde una de ellas me decía que no hiciera fuerza para pujar, mientras que la otra le decía que si, que si la bebé llegaba la iban a recibir.
Pasaron los minutos, y volvieron a asistirme, haciendo que puje varias veces más… sin ningún resultado.
Durante todo el trabajo de parto permanecí desnuda e indefensa en la sala, los residentes entraban y salian sin respetar mi integridad como mujer.
Estuve casi 12 horas en trabajo de parto, con 9 centimetros de dilatación. En ningún momento me propusieron realizar un cesaria. Tampoco hubieran podido hacerla, ya que la sala donde se realizan estos procedimientos permanece abierta hasta el mediodia y sólo se realizan cesarias programadas.
Por este motivo optaron por derivarme a otro establecimiento, al hospital de Villa Dolores.
Durante el traslado mi condición era desesperantes, entre llantos y gritos de dolor. Pedí por favor que me mataran, que ya no podía soportar mas sufrimiento, sin embargo ellos estaban empecinados en tomarme mis datos personales como si fuera una entrevista de trabajo.
Intentaron realizar un monitoreo pero el aparato no tenia pilas.
Ante la alarmante situación, mi suegra que se encontraba en la parte delantera de la ambulancia, le pidio al conductor permiso para pasarse hacia atrás para acompañarme y tratar de calmarme, pero no la dejaron… subieron el volumen de la radio para silenciar mis gritos de dolor.
Llegue al hospital de Villa Dolores con 10 cm de dilatación… dónde me estaba esperando mi hermano mayor… apenas me vio rompio en llantos. Yo me encontraba en condiciones inhumanas… toda morada, hinchada, sin poder moverme… pensaron que me estaba por morir.
Me ingresaron a sala de parto el día miércoles 10 a las 16.30hs. Intentaron tranquilizarme para pueda seguir pujando, para que Umma, al fin, pudiera nacer.
Me hicieron tacto una vez más…
Puje una vez mas y nació..
Sin llanto, sin un grito, solo en silencio.
Me la colocaron en el regazo y no se movía. Los médicos se la llevaron sin dar ninguna explicación, y al rato volvieron, para comunicarme que no habían podido hacer nada.
En shock y con el alma rota, quedé internada debido a las complicaciones del parto. Me realizaron estudios del corazón por la fuerza excesiva que tuve que hacer durante el parto. Y pedí contención psicológica debido al trauma que había acabado de vivir.
Con el apoyo de mi familia decidimos pedir la autopsia del cuerpito.
Los médicos del lugar se enojaron y comenzaron a decirme que yo era una paciente de riesgo por el peso que tenía, que la bebe podía haber tenido complicaciones neuronales, entre otras barbaridades.
Al día siguiente, empezaron a llegarme comentarios de gente que no tiene ningún tipo de relación conmigo, diciéndome que lamentablemente les había tocado vivir la misma situación en el mismo lugar, bebes que quedaron cuadriplejicos o con distintas discapacidades.
Decidimos iniciar acciones legales contra el hospital.
A nuestra querida Umma no nos la devuelve nadie, ¡¡Pero queremos justicia!!! ¡¡ exigimos justicia!!
Y que nuestra historia se conozca, no sólo para saber que fue lo que paso sino también para que no le siga pasando a otras personas.
UMMA BRILLA ALTO ❤
Enilse – Mina Clavero – Cordoba