Mi nombre es Cintia, soy mamá de Valentin.
Valen ingreso al Hospital de Niños “San Roque”, de Paraná, el día 24 de Marzo de 2020 entre las 23.00 y las 00.00 de la noche.
Le hicieron unas placas y le lo dejaron internado porque tenía apendicitis.
Al otro día – 25 de marzo – alrededor de las 10.30 de la mañana ingresó a quirófano. Al finalizar la cirugía los médicos nos dijeron que todo había salido bien.
Desde el 26 al 29 de marzo Valentín estuvo con vómitos, fiebre, diarrea y mucho dolor.
El 29 de marzo uno de los médicos, mientras lo revisaba sintió olor feo en la herida.
Junto a otro médico decidieron abrir 2 puntos y vieron cómo comenzó a salir mucho pus con sangre.
Le hicieron una placa y una ecografía. Cerca de las 6 de la tarde lo volvieron a ingresar a quirófano, porque – según dijeron – era probable que tuviera los intestinos pegados.
Cuando salieron de la cirugía, uno de los cirujanos se acercó a hablar con nosotros. Dijo que había un pedazo de tejido pegado en el intestino. Que como sus intestinos estaban demasiado inflamados en la primer operación no lo pudieron ver. Y como Valentín había comenzado a moverse, y sus intestinos también lo hacían, se había producido una inflamación. Esa era la razón por la cual no toleraba nada, porque no pasaba nada.
Pudieron retirar bastante liquido y pus de la zona de la zona baja del abdomen. No mucho, ya que cuando habían decidido abrir aquellos 2 puntos, había drenado bastante.
Valen tenía colocados tres drenajes. Uno había sido colocado en la primer cirugía y dos en la nueva, a unos 12 centímetros por debajo del ombligo. Tenía una sonda vesical y una nasogástrica.
La fiebre continuó.
El día 31 le sacaron la sonda vesical porque no presentaba fiebre. Le pidieron que si podía moverse tratara de levantarse – con los otros drenajes colocados – sobre todo ahora que no tenía sonda para ir al baño. Nosotros no permitimos que se levantara, y le acercamos el papagayo cuando fue necesario .
A la sonda nasogástrica se la dejaron hasta el 3 de abril, porque el líquido vesical salía con un color verde oscuro.
Él seguía igual, si bien como dije el líquido vesical seguía manteniendo un color verdoso le sacaron la sonda nasogástrica y nos dijeron que debía comenzar a ingerir líquidos para ver como los toleraba.
Tomó agua y después tomó un poquito de sopa, pero al rato de haber tomado la sopa comenzó con vómitos nuevamente.
Volvieron a hacerle una placa y se encontraron mucho líquido en el abdomen… el líquido no salía por los drenajes.
A eso de las 10 de la noche lo llevaron nuevamente a quirófano cerca de las 11:30 comenzó su tercer cirugía.
Cuando salieron del quirófano lo llevaron a la sala de terapia – por una cuestión de prevención – dijo el cirujano.
Dijo además que habían encontrado muchas oclusiones, sangre vieja y otros tejidos, y que sus intestinos estaban “pegados”.
Esa noche como a las 4 de la madrugada me llamaron para que ingresara a terapia. Valentín estaba despierto y no sabía dónde estaba; estaba asustado y desorientado, por lo que los médicos me pidieron que entrara y hablará con él.
Entré, hablé con él, le pedí que estuviera tranquilo, que hiciera caso a los médicos y que tuviera paciencia… porque él se quería ir.
Verlo ahí me impactó un poquito… había chicos que estaban peor que él, todos intubados, estaba lleno de máquinas por todos lados… yo no quería que mi hijo estuviera ahí pero no había opción.
Me vio llorando y me pidió que no lo hiciera, me dijo que él iba a salir de ahí y que iba a estar todo bien, que a él no le gustaba verme llorar… lo tranquilicé, hablamos y me dijeron que tenía que salir… le pedí que hiciera caso y que durmiera tranquilo…me tuve que ir…
Durante la mañana nos llamó una médica terapista y nos dijo que Valentín estaba en terapia por precaución ya que había pasado por tres cirugías en muy pocos días y estaban evaluando su estado, y que dependiendo de lo que dijeran los cirujanos lo iban a pasar a sala común o no.
Para poder pasarlo a sala común le hicieron análisis de sangre, placas… en fin, varias cosas para enviarlo en condiciones y con los estudios correspondientes.
Cerca de las 6 de la tarde pasa a una sala común. Y ese mismo día, a las 11:30 de la noche Valen comenzó a quejarse.
Sentía mucho dolor y hacía como fuerza con el pecho, por lo que le pedí a un cirujano residente que era el que siempre lo iba a ver – a todo esto nos enteramos después de quién era cada uno porque ninguno tenía identificación con nombre, apellido y cargo, o sea podría haber ido personal de limpieza a decirme mamá yo soy el cirujano de tu hijo y nada que ver porque no tenían identificación…, o sea nadie… y tampoco nos dieron un papel diciendo que es lo que pasaba con nuestro hijo, que es lo que le estaban haciendo con una firma y un sello del médico, eso también es una de las cosas que vivimos muy mal – y le dije que Valentín hacía mucho esfuerzo con el pecho, que le dolía.
Lo reviso y dijo que sus pulmones estaban limpios, que era normal por el dolor, pero de todas formas solicitó una placa.
Durante la madrugada del 5 de marzo le hicieron la placa, no tuvimos informe de la placa ese día porque ya era de madrugada, estábamos muy disconformes al respecto.
Esa mañana, alrededor de las 10 de la mañana le pedí al papá de Valentin que lo controlara porque hacía mucho que estaba con dolor en el pecho pero no en los pulmones…
Su papá siempre iba a las 10 de la mañana y yo iba a las 10 de la noche – el papá de Valen y yo nos turnabamos, yo me quedaba de noche y él durante el día. ya que al ser un hospital público no está permitida la presencia de hombres por la noche -.
A eso de las 8:30 de la noche me mandó un mensaje diciendo que lo habían autorizado a quedarse con Valentín esa noche, que no fuera al hospital, me dijo además que le iban a hacer una transfusión sanguínea porque estaba anémico y muy pálido, y que cuando eso terminara me iba a llamar, porque a Valentín lo habían llevado de urgencia para hacerle la transfusión.
Quedé lista de todas maneras por si debía salir, y le dije que me avisara.
Vivimos cerca del hospital, me quedé esperando y había pasado cerca de una hora más o menos cuando me mandó un mensaje diciendo “venite ya!”.
En cuanto llegue me dijo que Valentín había entrado en paro, que en tiempo transcurrido entre que le avisaron y yo llegué ya había tenido cinco paros.
Siguió así durante una hora, hasta que lograron estabilizarlo.
Lo llevaron nuevamente al quirófano. Alrededor de las 10:45 de la noche ya lo habían entubado.
Mientras estaban tratando de estabilizarlo el papá me comentó que había estado todo el día diciéndoles que el nene estaba mal, que la médica pediatra había pedido unos análisis de sangre pero nadie los había visto, y que había discutido con los médicos y los enfermeros porque la bomba de infusión sonaba cada 5 minutos, que es el equipo que le pasaba la medicación al nene, y había estado una hora más o menos sin pasarle el suero porque una enfermera lo cerró y se fue.
Me contó también que ese mismo día, otra de las enfermeras no le había cambiado los drenajes, que sólo había cambiado las etiquetas de la fecha, o sea ,llega un momento en el cual las bolsas de drenaje ya no drenan entonces hay que cambiarlas y no lo había hecho.
Y que la cirujana que lo reviso y dijo que estaba anémico había aparecido cuando el estaba peleando con el personal – era una cirujana residente que también lo veía seguido – y que fue cuando él le dijo que Valentín se encontraba muy mal que hiciera algo.
Bueno, tras revisarlo dijo que como estaba anémico había que hacerle una transfusión y que se la iban a hacer ahí nomás en la sala común.
En ese momento sube una cirujana terapista y le pregunta a la cirujana residente desde cuándo estaba Valentín es ese estado y ésta le responde que había estado así toda la tarde.
El papá escuchó eso y explotó, le dijo que no era así, que había estado así desde la mañana temprano, que había sido yo la primera en informar alrededor de las 8 de la mañana, que cerca de las 10 lo había hecho él y que habíamos notado que estaba haciendo mucha fuerza con el pecho.
La terapista pidió que lo trasladaran urgente a terapia, la residente insistió que no que a la transfusión se le iban a hacer ahí que no había problema y que Valentín iba a estar bien… Nuevamente la cirujana terapista intimó a la cirujana residente que lo trasladara a terapia mientras ésta se seguía negando…
Se apartaron de nosotros y comenzaron a discutir fuerte e insistió en que sí o sí tenía que bajar a Valentín a terapia.
Todo esto delante de él.
Cuándo bajaron a Valentín a la UTI en cuestión de segundos empezaron todos a correr.
Me siguió contando que todos corrían de un lado a otro, que la cirujana de terapia le pidió que le resumiera lo que pasaba, y que necesitaba que firmara los papeles de resucitación porque nuestro hijo se estaba muriendo… él firmó, salió de terapia y me envió el mensaje.
Durante la madrugada – 6 de abril – nos informaron que Valentín tenía un sangrado interno, que los vasos sanguíneos de los intestinos habían reventado y no había una cirugía para eso – parar la hemorragia – por lo que tuvieron que llenarlo de compresas para hacer una especie de tapón, que se iba a quedar ahí hasta ver cómo evolucionaba .
A eso de las 10:30 nos informó que Valentín seguía estable, que al parecer la hemorragia estaba controlada, que si todo seguía así iban a llevarlo a quirófano para realizar una limpieza y ver cómo seguía su evolución.
A las 11:30 mas o menos – 1 hora más tarde – nos llamó una de las terapistas diciendo que Valentín estaba en estado crítico, que se encontraba inestable.
Que dentro de los parámetros como para entrar a cirugía para limpiarlo estaba bien, que no se observaba sangrado y que si seguía así alrededor de las 6 de la tarde lo iban a llevar a quirófano para verlo y controlarlo.
Que estaba resistiendo, respondiendo bien a todo lo que le estaban haciendo, que se había despertado varias veces, que escuchaba, que abría y cerraba los ojos para responder, que neurológicamente estaba bien y que no había tenido ninguna otra complicación más que la presión por el tema de la sangre que había perdido pero que con transfusiones de sangre lo estaban controlando.
Nos dijo en ese momento que ellos habían encontraron discrepancias entre lo que veían y el estado que presentaba Valentín, que no concordaba la historia clínica de la sala de cirugía con lo que nos decían a nosotros, y que si Valentín hubiera fallecido esa noche ellos mismos hubiesen realizado la denuncia para que se investigara el caso, y para que se realizara la autopsia… y dijo además, que si eso llegaba a pasar a futuro lo harían sin pensar y bueno… ese sería el final.
Valentín no fue a quirófano ese día porque tenía un cuadro de fiebre alta y no se la podían bajar, recién al día siguiente – 7 de abril – a las 10:30 entró a quirófano, con los cirujanos habituales… pero esta vez también ingresó un cirujano de la sala de terapia porque los mismos médicos solicitaron que personal de la sala de terapia ingresara para ver qué era lo que pasaba.
Era la 1 de la tarde cuando salió el cirujano y nos comunicó que le había sacado 15 centímetros de intestino. necrosado.
Habían decidido no suturar para controlarlo por el término de una semana. Nos dijo que ya no tenía hemorragia, y que había que esperar a que se recuperará en terapia… Agregó que no habían visto esa parte del intestino – en malas condiciones – porque estaba en una zona alta .
Más tarde el equipo médico de terapia nos llamó. Nos dijeron que efectivamente era así. Que era eso lo que había pasado, y que solo restaba esperar su recuperación… Les dije que era la primera vez que nos decían realmente lo que pasaba. Las demás veces nos decían una cosa, pero veíamos que Valentín no mejoraba.
Cerca de las 4:30 de la tarde me llamaron para decir que Valentín había vuelto a tener fiebre y presión alta. Que no podían encontrar que pasaba, que estaba muy inestable. Valentín se encontraba en un estado muy crítico.
Me pidieron que llamara al papá, que nos teníamos que preparar para cualquier cosa.
A las 18.20 Valentín entró en paro, había entrado en un estado de taquicardia y no lo podrían revertir.
Nos dijeron que iban a hacer todo lo posible. Que dadas las condiciones en las que él estaba, si sobrevivía no sabían cómo iba a quedar.
Valentín falleció ese, 7 de abril, a las 19:15 hs. Tenía 13 años y estaba en del colegio secundario…
Nos dijeron que había tenido un paro cardiorespiratorio. Que no habían podido hacer nada porque había comenzado a desangrarse por vía superior, que no sabían que había pasado.
Fueron ellos mismos quienes enseguida hicieron una denuncia.
Solicitaron la presencia policial para que se realizara el secuestro de todo, y así fue, llegó la policía y se llevaron todo… incluso el pedazo de tejido de la ultima cirugía.
Fue algo muy rápido.
Al día siguiente, 8 de abril, alrededor de las 22 hs., el hospital nos solicitó retirar el cuerpo de Valentín.
Era imposible encontrar un lugar donde hacer todos los papeles!
A causa de la pandemia estaba restringida la circulación, no había comercios abiertos a esa hora para hacer las fotocopias de la cantidad de papeles que nos pedían! Pudimos conseguir todo, de igual modo llamamos al abogado, queríamos que a Valentin le hicieran la autopsia antes de retirarlo del hospital… nos dijo que iba a hablar con el fiscal.
Al la mañana siguiente, nos informó que el fiscal le había dicho que debido al protocolo actual por la pandemia, actualmente no se realizan autopsias. Salvo en casos de muertes violentas o dudosas.
El 9 de abril, nos informa que debíamos hacer lo que el hospital solicitaba… retirar a Valen, sino lo iban a hacer ellos.
Habló con nosotros, nos pidió que nos despidiéramos, y que nos quedáramos tranquilos de que había suficiente evidencia de todos los errores que habían cometido con Valen.
Dijo que en el caso de que fuera necesaria hacer algún tipo de investigación extra sobre su cuerpo, se iba a proceder a la exhumación.
Y así fue, nos despedimos de Valen el dia 10 de abril con esa promesa.
Ya casi paso un mes de que Valen se fue,… y no es sólo atravesar la pérdida bajo las circunstancias que estamos viviendo a nivel sanitario. No sabemos con certeza cuándo va a empezar todo esto, como esta la causa, que van a hacer.
Hemos presentado un escrito al juez, y aún esperamos su respuesta.
Valen tenía 13 años… iba a cumplir 14 el 12 de mayo. Cursaba 3er año del secundario… tenía toda la vida por delante.
Cintia, mamá de Valentín.
No tendria que haber pasado, lo diagnosticaron mal y no operaron como correspondia la primera vez, perdieron un tiempo precioso y el que sufrio y perdió fue Valentin.
Que tristeza por Dios cuánta negligencia con este niño mis condolencias a los papás que Dios lo.tenga en la Gloria y se haga justicia Amén